16.5.10

Cambió el color de tu pantalón. Va cambiando y yo inédito y atónito sigo mirando esas baldozas del piso donde una ves quedó dibujada tu sonrisa y hoy está ahí en el aire sin esfumarse. La sonrisa dibujada de aquella musa. La sonrisa dibujada de aquella canción de cuna que alguna vez te supo cantar un caballito de batalla en pleno Caballito. Te imagino, veo ausencias y escucho ratas en el fondo de algún cajón. No sé si es mi cuestión laboral o tu cuestión sentimental, ¿o es acaso todo esto un horrendo invento de mi pecho para darme razones para cantar cuando camino entre las hojas?
¡Maldito otoño! Escucho mi paso por las hojas y es como agregarle una sombra a mi sombra, con dos sombras es más difícil caminar.

Doble peso.

1 comentario:

vito dijo...

Entonces...el otoño es algo así como el remixado del tema de verano, toma fragmentos del pasado e imprime un eco en los espacios blancos.

El tempo cambia porque cambia la división interna de un compás; todo parece ser por la tonalidad, el frío y el olor a naftalina.
Los libros Resumen en otoño y las guitarras se afinan la quinta y sexta cuerda.