19.4.10

"... Puede ser que haya otro mundo dentro de éste, pero no lo encontraremos recortando su silueta en el tumulto fabuloso de los diez y las vidas, no lo encontraremos ni en la atrofia ni en la hipertrofia. Ese mundo no existe, hay que crearlo como el fénix. Ese mundo existe en éste, pero como el agua existe en el oxígeno y el hidrógeno, o como en las paginas 78, 457, 3, 271, 688, 75 y 456 del diccionario de la Academia Española está lo necesario pare escribir un cierto endecasílabo de Garcilaso. Digamos que el mundo es una figura, hay que leerla. Por leerla entendamos generarla. ¿A quién le importa un diccionario por el diccionario mismo? Si de delicadas alquimias, ósmosis y mezclas de simples surge por fin Beatriz a orillas del río, ¿cómo no sospechar maravilladamente lo que a su vez podría nacer de ella? Que inútil tarea la del hombre, peluquero de sí mismo, repitiendo hasta la náusea el recorte quincenal, tendiendo la misma mesa, rehaciendo la misma cosa, comprando el mismo diario, aplicando los mismos principios a las mismas coyunturas. Puede ser que haya un reino milenario, pero si alguna vez llegamos a él, si somos él, ya no se llamará así. Hasta no quitarle al tiempo su látigo de historia, hasta no acabar con la hinchazón de tantos, seguiremos tomando la belleza por un fin, la paz por un desideratum, siempre de este lado de la puerta donde en realidad no siempre se está mal, donde mucha gente encuentra una vida satisfactoria, perfumes agradables, buenos sueldos, literatura de alta calidad, sonido estereofónico, y por qué entonces inquietarse si probablemente el mundo es finito, la historia se acerca al punto óptimo, la raza humana sale de la edad media pare ingresar en la era cibernética. Tout va tres bien, madame la Marquise, tout va tres bien, tout va tres bien.

Por lo demás hay que ser imbécil, hay que ser poeta, hay que estar en la luna de Valencia para perder mas de cinco minutos con estas nostalgias perfectamente liquidables a corto plazo..."

JC.

Agregar que la experiencia contribuye, nada más, a darse cuenta que la idea de amor se
expande. Que primero podía amar gente, luego conceptos, y más allá aún de eso logré amar lo inexistente. Por eso el recuerdo de vos, que no es recuerdo porque no estuviste. Pero si de generar se trata, generé el recuerdo tuyo de lentes grandes y tardes con madera y naranjas. Y porque la experiencia sólo debería ser eso, y porque el amor se agranda, es que existe la esperanza.

Por eso gracias.

Tout va tres bien.

16.4.10

La bomba humana palpitando con furia piel adentro. La clave de sol, la cadera, su deseo inhumano de arrancarle pedazos de carne con la boca, en el intento desesperado de amar.

Paciencia para el recorrido: La voz, un grito horrible que empuja adentro de los pulmones, apoya sus manos feas contra las costillas y duele, es como si quiera quebrarlas y salir para afuera entre restos de huesos.

Pero la contengo, mando soldados de rasonable sensibilidad a intentar que afloje un poco, que no presione tanto, que sea amable y escuche cuando aquel buen hombre pidió cucharadas de miel en vez de piedras. Y la fe.

En realidad es bastante distinto a lo que se diría: Es Dios el que no cree en mí. Nunca estuve dentro de sus rangos, siempre me escapé por el rabillo de sus ojos, y un día se cansó de tener que ajustar constantemente su campo visual.

Ahí fue cuando pasaron todas aquellas cosas desagradables, cuando el ser humano se volvió hombre y el ángel se cayó del cielo a mendigar miguitas de pan. Hace frío, es casi invierno. El Sol que no sopla y el viento que no calienta.

Hoy es viernes.

14.4.10

¿Si hago fuerza con los ojos podré llegar a estar parado donde me muestra la foto que estoyestuve?

Preguntas.
El pronóstico duele. Las nubes parecen estar para quedarse como en una vieja fotografía blanco y negro. El agua no para de caer y en cada gota pesa el recuerdo sobre la piel. Siento cada gota bajando por el brazo derecho que va dejando una marca casi sangrienta y transparente sobre la dermis. No siento aquel viento que en una tardenoche nos hizo el favor de hacer rosa el cielo para soñar con promesas de buen horizonte porvenir. Promesas en italiano en un camino que es derecho bajo un cielo rosa y un sol que se va poniendo.
Con el sol se van yendo los amores que supe abrazar. Con una cicatriz en el bajo vientre vi irse su riñón, su vesícula y luego vi llegar su final. Sonriente final con almohada de por medio. Sonriente final de suspiro mortal a la hora en la que no todo está despierto. Con el mismo sol se fue su silueta que no me deja dormir, que no me deja en paz. Hoy día, a día menos 6 de renacer, no encuentro las maneras de traducir mis palabras en lo que quiero decir y hacer. No encuentro mis palabras, no encuentro esos amores y no encuentro las razones. Mi vida. No encuentro.
Rumiantes nubes grises que estampan monotonía en un aire seco que no es el de mi ciudad. Mis huesos huelen, mis huesos duelen. Mis huesos. No encuentro. Se me perdieron los huesos entre las nubes, veo mi piel corriendo detrás de una silueta que huye a toda velocidad y a todo llanto. No encuentro.

Esperando el atardecer rosa otra vez.