25.5.08

Y no supe aprovechar el cielo de tu sonrisa cuando en la caída del avión se hacía inevitable. Parecía que la barranca abajo era infinita y que el abismo se extendía por más de 100%. Probabilidades de muerte, todas. Probabilidades de vida, nulas. Y en la confusión de remolinos fue cuando llegué a entender que tu metáfora también es la mía y que esta poesía es confusa sólo para el que nunca cantó que quería vivir más de hoy, y que quería morir comiendo ésta miel viscosa y suave de cantar.
Probabilidades de confundir tu pelo con el mío, tu extensión con la magia del viento y tu respiración con las lloviznas más lindas que inundan todo el barrio de Villa Crespo y mojan de verano el alma de un pobre peatón. Nostalgia de bicicleta, nostalgia de verano y de calor -aunque éste siempre vuelve debajo de lo que uno menos espera-. Un buen discurso, una buena meta, un buen "meta y meta" y "un montón" le dirían al pelado Brossi.



La carne vale todavía.

No hay comentarios: