Sábado 8 de Marzo de 2008
Buenos Aires ciclotímica, Argentina peor.
Señorita Buenos Aires ciclotímica,
Es un día especial en el corazón de montones de personas. De cáncer viene la cosa, porque el cáncer de tu pecho no se destraba más. La violación de derechos y la irracionalidad está inundando las calles de color rojo, y como arenques en el cielo está la capa de tristeza que tanto decía Roberto. Una capa que no se va con el viento como estas nubes ciclotímicas que te hacen llorar, cagar y recibir el residuo del aire acondicionado con la misma facilidad de decir la palabra "lluvia". Es que no hay arcoiris que pueda destrabar tanta nube de ojos de arenque. Tristes ojos que inundan almas.
La profecía indica que personas se avalanchan por sobre la sangre que inunda las calles de tu cuerpo. El viento corre frío en el otoño, el verano se va terminando y el incendio forestal empieza a quemar falsos árboles que son escenografía de cemento de esta babilonia. Los arcángeles y ángeles de traje empiezan a morir de tomar aire fresco. La humedad por las paredes empieza a generar que a la horca vayan miles de bigotes y corbatas. No hay metáforas nuevas en esta canción porque es la misma historia de siempre. Esa misma que el canillita no quiere entonar, porque de novedad tiene nada. Pero despertate canillita, que la ciclotímica madre, que duerme entre nubes, soles y lunas, te está necesitando. Urge la necesidad de que grites por los aires subido a tu vehiculo como dice Luis Alberto las cosas mueren solo con la muerte. Cuando se habla de muerte se habla de muerte, pero cuando se habla de vivir, VIDA.
A marchar están llamando las trompetas de los negros, el freejazz del discurso de protesta, el ácido de la sordina se mezcla con el grito de un luchador del conocimiento. El grito de una murga se confunde como un canto extraterrestre en tus venas, querida ciclotímica. No te confundas que los extraterrestres no llegaron y desgarran tus almas, tus millones de almas que te caminan, terrestres más terrestres que nadie. Pilatos camina nuevamente y sigue crucificando a montones, hoy hablan los sacerdotes estructurados y suenan igual que una pared de metal. Esta semana no habrá paz, habrá sangre sangre sangre. Te necesitamos Buenos Aires como antes, con guerrilla de color en los sótanos, y que la témpera invada las paredes gritando "Cosecharás tu siembra".
Con amor de hijo e hija
Te saluda un indefinido personaje de tu continente,
Luisalberto Hongo,
No más.
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