2.1.08

Refiriéndose a esos tiempos, Erdosain me decía: "Yo creía que el alma me había sido dada para gozar de las bellezas del mundo, la luz de la luna sobre la anaranjada cresta de una nube, y la gota de rocío temblando encima de una rosa. Más, cuando fui pequeño creí siempre que la vida reservaba para mí un acontecimiento sublime y hermoso. Pero a medida que examinaba la vida de los otros hombres, descubrí que vivían aburridos, como si habitaran en un país siempre lluvioso, donde los rayos de la lluvia les dejaran en elfondo de las pupilas tabiques de agua que les deformaban la visión de las cosas. Y comprendí que las almas se movían en la tierra como los peces prisioneros en un acuario. Al otro lado de los verdinosos muros de vidrio estaba la hermosa vida cantante y altísima, donde todo sería distinto, fuerte y múltiple, y donde los seres nuevos de una creación más perfecta, con sus bellos cuerpos saltarían en una atmósfera elástica". - Entonces le decía: -"Es inútil, tengo que escaparme de la tierra."

LosietelocosdeArlt.Capitulopalitopalito(II)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una amiga me dijo una noche que llovía mucho en Buenos Aires y estábamos sin plata y sin ganas de hacer nada, que Arlt habia sido un cuerdo en un mundo de locos.
Yo no lo conocia, así que un día usurpe una biblioteca y leí todos sus libros. Los siete locos es una obra maestra. Creo que desde que lo lei no pude visitar Buenos Aires sin acordarme de pasajes del libro, o pirar así como el pira, con metáforas y mil imagenes en tres frases.
Grande Arlt.
Abrazo a Luisa y a Alberto, desde un minúsculo cibercafé de Cabo Polonio, donde se puede fumar, se ve el faro por la ventana y acaba de empezar a llover.

Meilán.