21.1.08

Hola. Tomamos el té juntas bastante seguido. ¿Te gustan estas? Ah, no podés.
Y... ¿sos de pasar el tiempo así, tan queriendo y no queriendo, o más bien no podés encontrar otra salida? Ah, ese es justamente el problema. Sí, entiendo que te guste estar sola pero a la vez... ¿sabés qué? A veces lo infinitamente complicado se resuelve en menos de un segundo. Debe ser que siempre todo fluye como un vaho. O mejor, que todo se arrastra como una gigantesca cuerda. No, como decenas de cuerdas. Entonces claro, uno mira y ve un tremendo nudo y piensa que no hay más salida, que se quedó así para siempre. Pero adentro, adentro justamente (si uso muchas veces la palabra adentro a lo largo de este encuentro, querida, no te ofendas, pero es que últimamente es un concepto que me tiene atrapada), se sigue moviendo todo, y está a punto de desenredarse.
Aunque, claro, es esa espera lo que desespera. Uno nunca sabe cuándo.
Ahora que estamos tomando tan seguido, me siento más libre de hablarte de esto.
Ah... mirá que ricas, ¿de estas sí podés? Entonces adelante.
Te decía, que más libre de hablar de esto. No de los nudos y los problemas, aunque en el fondo sí, lo sabés, sino de ... bueno, a veces parece que estamos queriendo decirlo todo y nunca alcanza. No alcanza hablar de los problemas como cuerdas, porque parece que estamos quitándole importancia. Quizás la cuerda sería más figurativa si estuviera con un nudo de ahorque. Ah, eso es una imagen muy fuerte para hablar tomando té.
¿Traés siempre el espejo o es la primera vez que lo veo? Sí, me veo en él. No sabía que éramos tan parecidas. Hasta hace un rato habría jurado que nunca te vestirías así.
Ya tengo que irme. Oscurece. Pero escuchame: intentá salir de ahí un día de estos. No te alarmes y no corras antes de tiempo... pero el adentro ya se te agrandó mucho, y afuera pasan cosas sin que vos te enteres. No te mueras de inanición mundana. Hay que formar callos en los dedos para que algún día deje de doler. Y no queda leuco, solo golpear y golpear.
Adiós. Hablamos otro día! No, gracias, en mi casa nadie come de esas.


speakingmirror - 21del1

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