Volver a las fuentes. Las fuentes son esos caracteres con los que uno escribe en la computadora. Uno elige la que más corresponda a cada ocasión y casi siempre el buen gusto -ese inconciente de mamar más publicidad que leche materna- hace que uno piense que eligió correctamente.
Las olas del diseño son tan distintas como cada ola del mar. Todas las mañana, por más cíclicas que aparenten ser las historias del mar, las mareas se encargan de que suenen distintas, en miles de tonos las olas de la inmensidad. El mar cambia de colores, de tonalidades verdosas, azuladas y cambian las aguas vivas de turno. Entre picardías se las arreglan para llegar siempre a la pierna de algún llorón. Las olas del diseño hacen que cambie la mirada de uno y se vaya acostumbrando a lo que más acostumbra a ver. Las miradas europeizantes son aquellas que alejan el corazón de las personas al extremo de la naturalidad. No porque ser europeo sea malo o arrogante, porque ya es bastante jodido cantar "Mi Buenos Aires querido" con el mal olor que tiene La Boca, sino más porque uno se aleja de las raíces, de aquellas que sostienen el pecho que después temblará con miles de colores que mirará, con las olas del mar.
Hoy parece que hay algunos que se olvidaron de su conurbano norteño que tan lindo olía a mar. Parece que algunos olvidaron sus sueños de poder vivir del sonreír de los demás, algunos olvidaron que se puede vivir de los besos en las manos y de lo alternativo de la vida. Está llegando un nuevo día y no quiero ser de esos que añoran un pasado anterior, sólo añoran que alguien recuerde de donde viene, para saber a donde queremos ir.
Nota: La moraleja es un cover de Curtidores.
8.6.08
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