Pajaritos se encienden y otra vez la sensación de que mi vida es una superficie llena de agujeros y relieves donde cierto líquido se desliza metiéndose inevitablemente, sólo por las propiedades de las moléculas de todo líquido de llenar cada espacio donde entre aunque sea una.
Entonces la invasión es cuestión de cada día, de los pajaritos en llamas pasar a la pantalla plana, de la pantalla plana al rubor, brevemente al cielo y otra vez a caminar en suelo mojado.
Ya no hay huecos, en todos lados se metió algo, alguien cantó de repente y me asusté, fui corriendo, volví y ahí estaba otra vez, mi vacío rellenado a prepo.
tencia.
4.3.08
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