29.11.07

Hay un parque circular en el medio de la ciudad, de ésta, de aquella y de la que queda más allá. El parque redondito tiene recovecos, caminos y sinuosos pasadizos que llevan a los confines más extraños del barrio. Piedra fundamental es este verde en esta vida. Pero por allí se esconde en el fondo, en el medio y en el más allá, una dama de blanco que revolotea entre recuerdos y palomas, entre hospitales y comas. La misma sobrevuela a un pie de altura entre la gente que corre sudorosa su propia maratón, se interpone entre los besos de los amantes que siguen debajo de las hojas del otoño, arriba del calor del verano y entre la oscuridad de la noche, huele atenta la feria, sus frutillas y sus chismes. Y se detiene siempre entre dos, tres, cuatro pero nunca habla, siempre calla hasta que ve a uno sólo suelto y sin ganas de mirar a los ojos a nadie para no demostrarse como angustia caminante y le pregunta "¿Tenés cigarrillos?".

Sombras inútiles.

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