El tipo, de camisa impecable y pantalones vaqueros dobladitos abajo, perfectos, sobre zapatos negros lustradísimos, mira a su pequeña audiencia y dice: "el suicidio es el límite de la vida cuando la moral tiende a cero". Pronuncia levemente una sonrisa que pretende audacia y que está dirigida a quienes sabe que entendieron la matemática y la frase. Se da vuelta, lee una hoja y hace anotaciones parecidas pero diferentes en el pizarrón.
En una esquina, anotado notablemente sin haber sido modificado nunca, tiene una figura rara y una pregunta simple que dice: ¿Existe solución?
Nunca cuenta de qué se trata, qué problema le preocupa la mente. Pero dice que tiene que tenerlo presente siempre. Siempre.
Ahí baja la vista y no habla más.
A veces me pregunto qué tantas otras cosas raras tendrán escondidos los días debajo de la manga. Y ahí es cuando creo que vale la pena. Pero sh. Mejor que no lo sepa mucha gente.
E sol?
21.11.07
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1 comentario:
Adivina adivinador...
Que grande, me da ganas de concerlo.
Estoy comiendo un durazno y escuchando un disco al mismo tiempo que vos.
:)
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