13.10.07

Nace porque tiene ganas. De entre medio del barro pegajoso que mancha y el quinto escalón de cemento en una ciudad de violentos cuerpos yendo y viniendo. Es una mezcla rara de situaciones y espacios que dan origen a un ser que no tiene cara pero sí algunas ideas. Cuentan, aunque no sea la mitología de un pueblo quien lo avale sino las mentes de algunas gentes, solo dos, las que le dieron vida, que es un ser de luz, más allá de los obvios defectos que tenga, como condición ineludible de ser humano.
Y es un ser de luz porque en su nombre, deletreando y adivinando la referencia, canta despacio una voz limpia y dulce, de frutas de verano que sangran y vuelcan en la copa de Cristo su sangre bendita, que no bebe porque no cree.
No teme pintarse la cara de blanco y los labios de negro, que resalte su sonrisa en una noche de calor, el segundo mes del año, gritando al viento palabras que reviven esa esencia de barrio, de ciudad gris y encallada en el mar del mundo, de agitados pueblos danzando y resistiendo los impedimentos y las burdas carcajadas de la historia.
Esa es su destreza de verano. Su deporte preferido. El hábito de vestir galera y ser un zaparrastroso. De entregar una flor con las manos sucias. De arrancar del pecho un grito fuerte, y del alma una caricia suave.
Porque así es él, un mestizo de ideas no tan distintas y no tan iguales, no tan lejanas y no tan parecidas. De la urbe y del mar, al mismo tiempo. De humo y aire puro, al mismo tiempo.
Asúmese él en condición de resignado ciclotímico, dispuesto a vomitar flores una tarde y a la tarde siguiente colocarlas él mismo en su propia tumba.
Nadie puede ser tantas cosas al mismo tiempo y no ser un abanico de sensaciones.


Fusión - Post-día de la raza (bis).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es increible como puedo adivinar cuando sos vos. Escribis muy vos.
Feliz comienzo, ojalá llegue a Instrucciones, Luisalberto.
Saludos!