31.10.07

Amapolas, avena y grama.
Un eterno sueño en la retina de un pintor se va esfumando en un lienzo que vertical va recibiendo sol de un pincel. Es un trigal extenso que con el brillo de las cerdas va resplandeciendo en la memoria de un catalán que con ojos de triste va pensando en lo lejos que está de esa mano, lo improbable que es llegar desde el lugar más abstracto de su cerebelo poder tocar y acariciar realidad.
El pelo, el alma, el vientre y los ojos.
En cada rincón de su máquina lleva un recuerdo, en cada esquina de su barrio y en cada piedra que forma la calle hay una cara y un lunar que se parece fervientemente a las palabras que dijo una vez en voz baja y mirando con ojos entrecerrados una luna que no se ponía ni al llegar el día y un arcoiris que flotaba en una noche de sol.

Empedado con vino de bar viejo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Serrat? Sus discos se reprodujeron tantas veces en mi casa por culpa de mi viejo (o de mi vieja, todvia no se bien) que aunque no quisiera, me los sabría de memoria igual.
Si no es Serrat, escribis parecidisimo.