23.5.10

¿Veré en la noche tu sonrisa y así entonces poder trocar el temblor de mi pecho por caricias? En el pulso de la medianoche piso entera el agua y sueño con secarme todo el óxido que la arena de un error de verano me dejó. Hundido en arenas inquietas pero inmóviles, en silicio de fracaso. Bien cercano al piso yo repteo, un lagarto de tribuna de madera que llora las derrotas sobre la hora. Mi pecho quiere le saquen el pus, ¿dónde atienden los exprimidores en esta ciudad que nunca duerme, que nunca muere?

Pus.

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