Y aunque trates de desacreditarme sin todavía haberlo leído. La aguja, la voy a inyectar. Poética radical. Parado con la furía que tenían en el '66 y loco como E-Double. Pero todavía con las rodillas inmersas en la mierda del sistema. Te voy a dar una dosis, pero nunca podrá cicatrizar la rabia dentro mío. El puño en el aire en la tierra de la hipocresía. Movimientos que vienen, movimientos que van. Líderes que hablan, movimientos que cesan cuando sus cabezas son voladas. Porque todos estos tipos tienen balas en sus cabezas: comisarías, jueces, federales. Los noticieros trabajando, manteniendo la gente calma. Con poesía, mi mente se flexiona. Lo que tengo que hacer, lo que tengo que hacer es despertarte. Tengo que sacudirte para romper la estructura porque la sangre todavía corre en la cuneta (en los barrios bajos). Estoy como tomando fotos. Con una patada abro el obturador, preparo la lente y entonces golpeo y me muevo como Cassius.
Despertate.
Esta vez la bala te congeló. Una cinta amarilla en vez de una esvástica, nada apropiado en tu propaganda. Te dijeron que era azul, cuando tu sangre era roja. Así es como tenés una bala en la cabeza. Explotada en tu cabeza. ¡Pego un grito para los muertos vivos!
Los celulares suenan con tonos de muerte. El frío de las corporaciones te hizo de hielo antes de que te dieras cuenta. Cargan el clip en omnicolor, te empacan la 9 y la disparan en el horario central. Gas para hacer dormir, cada casa era como Alcatraz. Y los hijos de puta perdieron la cabeza. Sólo son víctimas del encierro. Ellos dicen saltá y vos preguntás qué tan alto. No hay escape de la violación masiva de mentes. Lo pasaron una vez y rebobinaron la cinta. Y entonces lo pasaron otra vez y otra vez y otra vez hasta que tu mente está bloqueada, creyendo todas las mentiras que te dicen, comprando los productos que te venden. Ellos dicen saltá y vos preguntás que tan alto. Tenés el cerebro muerto, una puta bala en la cabeza.
Parado en la fila, creyendo las mentiras, inclinándote hacia la bandera, tenés una bala en la cabeza.
¿Hasta cuándo? No mucho más, porque lo que cosechás es lo que sembrás.
Bala en la cabeza.
La libertad debe ser fundamental. En Johannesburgo, en South Central y en el micrófono...
No hay comentarios:
Publicar un comentario